El primer asentamiento fijo que se conoce en la ciudad es una serie de castros, sobre los que después se levantó la ciudad celtibérica amurallada, uno de los más importantes centros de los carpetanos. Uno de estos primeros asentamientos se sitúa en el “Cerro del Bú”, del que se han obtenido numerosos restos en excavaciones realizadas, y que se pueden observar en el actual Museo de Santa Cruz, en Toledo.
Romanos
En el año 192 a.C., y tras una gran resistencia, es conquistada por Marco Fulbio Nobilior. Los romanos reconstruyeron la ciudad y la denominaron Toletum, que quedó unida a la provincia cartaginense y desarrolló una importante industria del hierro que la llevó a acuñar moneda. Gran importancia tuvo la zona de los alrededores de la actual ciudad en la romanización de la zona, en especial las márgenes del Tajo, en las que se han encontrado numerosos restos de villas romanas. Este pueblo dejó numerosos vestigios en la faz toledana, entre ellos un imponente acueducto, destruido en su totalidad actualmente…
Visigodos
Tras las primeras incursiones bárbaras se reedificaron la antiguas murallas con objetivos defensivos; a pesar de ello en el año 411 fue conquistada por los alanos, quienes fueron a su vez derrotados por los godos en el año 418. Una vez hubo vencido a su rival Agila, Atanagildo estableció su corte en la ciudad y posteriormente, con Leovigildo, se convirtió en capital del reino hispanogodo y en arzobispado.
Árabes
En el año 711 fue conquistada por Tarik y perdió la capitalidad (relación con leyenda de La Cava). El predominio de gran población mozárabe la convirtió enseguida en un foco de continua preocupación para Córdoba. En el siglo IX se convirtió en un importante reino de taifa, que pasó a manos cristianas en 1085 con la entrada de Alfonso VI en la ciudad.
La población del Toledo árabe pudo alcanzar los 37.000 habitantes, pero seguramente eran muchos menos en el año 1085, ya que para el Islam, un muslman debía vivir en países islámicos. Y muchos ya habrían emigrado.
Cristianos
Alfonso VI fue condescendiente con las diversas comunidades de la ciudad y concedió fueros propios a cada una de las minorías, posteriormente refundidos por Alfonso VII de Castilla en el Fuero de 1118.
La sociedad toledana de los siglos XII y XIII pudo llegar a los 25.000 habitantes, repartidos entre cristianos (mozárabes, castellanos y francos) y otras minorías étnico-religiosas (musulmanes, mudéjares y judíos).
Esta diversidad de comunidades hizo posible un excepcional funcionamiento de la Escuela de Traductores de Toledo, durante los siglos XII y XIII.
Durante la guerra civil castellana Toledo luchó al lado de Pedro I y, tras sufrir un largo asedio, fue tomada en enero de 1369. A lo largo de toda la Edad Media la ciudad fue creciendo: en el siglo XIV recibió privilegio ferial, y en el XV se convirtió en uno de los principales productores pañeros castellanos, actividad que se sumó a las ya existentes de acuñación de monedas, fabricación de armas, industria sedera, etc.; en esta expansión participó de forma activa la población judía.
Siglo de Oro
Fue una de las primeras ciudades que inició la Guerra de las Comunidades, comuneros como Lasso de Vega y Padilla son algunos de los que ofrecieron más resistencia, ésta continuó hasta el año 1522, momento en que Carlos V convirtió Toledo en centro de su Imperio.
El siglo XVI fue uno de sus momentos históricos de máximo esplendor, coincidiendo con el auge de la industria textil castellana. Durante ésta época llegó incluso a existir un incipiente comercio con Lisboa a través del Tajo, momentaneamente navegable. Y un mágnifico ingénio diseñado por Juanelo Turriano, dió gran renombre internacional a Toledo, ya que era capaz de elevar el agua del Tajo a mas de 90 para abastecer de agua al Alcázar y a posteriori al resto de la ciudad.
En este momento la población de Toledo debía rondar los 65.000 habitantes.
El traslado de la capitalidad del Estado a Madrid, en el año 1563, y la ruina de la industria textil, marcaron el inicio de la decadencia de la próspera ciudad.
Siglo XVIII
La constitución de la Real Compañía de Comercio y Fábricas, en el 1748, provocó un breve resurgir de la ciudad, con la llegada de la Real Fábrica de Armas instaurada por Carlos III y diseñada por Sabatini. Pero a mediados del siglo XVIII estaba nuevamente arruinada, y reducida a funciones meramente administrativas.
Guerra civil española
Al estallar la Guerra Civil española se mantuvo fiel a la República, a excepción del Alcázar, lugar donde se desarrolló uno de los acontecimientos más dramáticos del conflicto. Durante meses la fortaleza toledana sufrió un continuo bombardeo por parte de las fuerzas republicanas, dejando, una vez más, el alcázar en situación ruinosa. Durante el gobierno de Fco. Franco, fue reconstruido en su totalidad, dado el carácter simbólico para el régimen.
Estado de autonomías
Elegida capital en el nuevo Estado de las Autonomías, Toledo comienza con gran vitalidad una nueva etapa de la Historia.
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